Soy de zona norte en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Tigre, Argentina.
Comencé a los 12 años, como casi todas nosotras, con las medias de nilon de mi mama.
Yo siempre miraba cuando ella se las colocaba, lo hacía con mucho cuidado, era todo un arte. Las enrollaba y ponía muy despacio su pie, y con las yemas de los dedos las deslizaba poco a poco por la pierna tirando hacia arriba, luego colocaba la liga, ella solo usaba portaligas en ocasiones especiales.
Una tarde cuando llegué del colegio no había nadie en casa y vi sus medias color tostado trasparentes que estaban en el baño que se las había sacado la noche anterior para lavarlas. Mi mejor idea fue imitarla como hacia ella para ponérselas.
Las lleve hasta su habitación y me senté al borde de su cama y poco a poco la enrolle y coloque mi pie. La sensación apenas mi pie toco el nilon fue fantástica, sentí una caricia en mi piel que a medida que subía por mi pierna me llenaba de excitación y escalofríos que recorrían todo mi cuerpo. A medida que las subía mis piernas se veían perfectas, casi como las de mi madre. Me coloque la otra media, me puse de pie y me mire al espejo. Mis piernas eran como las de una mujer y mi erección era como nunca la había tenido. comencé a masturbarme mientras me miraba al espejo, hasta que vi sus zapatos de charol estilettos y me los puse, me quedaba un poco grandes, pero a mirarme nuevamente al espejo no podía creer lo hermosa que estaba. Seguí masturbándome hasta que eyaculé en el piso. Inmediatamente me inundo una sensación de vergüenza y culpa y jure no volver a hacerlo. Desde esa tarde, cada vez que estaba solo lo volvía a hacer, pero cada vez con más facilidad e incorporaba otras prendas de lencería y hasta vestidos y faldas, a los 3 meses de comenzar me ponía la peluca de mi madre y maquillaje con algo se sombra en los parpados y lápiz labial. Siempre renovaba la promesa de no hacerlo, pero la sensación sigue siendo tan maravillosa que es imposible que lo deje de hacer.
Perdona por lo extenso de mi relato. me gustaría saber algo de ti.
Saludos de Rene